Después de una escapada fuera de la ciudad y desconectada de móvil y ordenador, o cualquier otro artefacto conectado a internet, mi cerebro parece rejuvenecido. Empiezan a fluir las ideas
Después de una escapada fuera de la ciudad y desconectada de móvil y ordenador, o cualquier otro artefacto conectado a internet, mi cerebro parece rejuvenecido. Empiezan a fluir las ideas