¿Por qué decir “NO” es tan difícil? Tanto en mis relaciones personales como en las profesionales, reconozco que a mi me cuesta decir NO, incluso cuando hay buenas razones para hacerlo. No estoy segura del por qué pero me imagino que tendrá algo que ver con nuestra educación. Queremos hacerlo todo. Queremos llegar a todo. Queremos complacer a la gente alrededor. No sé.
Lo que sí sé, es que con los años declinar oportunidades de negocio que no me terminaban de convencer ha resultado ser mucho mejor para mi que cuando decía que sí en la misma situación. Hace falta un poco de coraje decir NO me interesa, NO estoy dispuesta o simplemente NO me conviene.
Y, hablando de negocios, ¿y si no vuelvo a ver esta oportunidad de negocio o necesito este cliente y no llega otro? Pero la verdad es que cuando aceptamos cosas con las que no estamos totalmente de acuerdo o “hay algo que no encaja” no nos estamos haciendo ningún favor. He descubierto que trabajar de forma tan personal como lo hace una Asistente Virtual, o Secretaria Online como quieras llamarla, con alguien que no hay buen feeling, siempre acaba mal. Para eso necesitas una conversación honesta. A veces el cliente lo entiende y acepta tus condiciones. Otras veces, la mayoría, simplemente te das cuenta de que estás perdiendo el tiempo. Es la única forma de conseguir lo que quieres y no estar atrapada en una relación profesional que no te beneficia.
Cuando rechaces algo, siempre explica tus razones. Diciendo la verdad y explicado por qué crees que no eres la persona indicada para ese trabajo hará que la gente respete tu coraje y honestidad. Simplemente no todos encajamos para todo y todos. Hay relaciones que no pueden ser y no pasa nada. Rechazar un posible cliente sabiendo que si no va a ser una pesadilla de cliente te dará más fuerza y tiempo para buscar a aquel cliente con el que sí quieres trabajar.
A veces, al poquísimo tiempo te das cuenta de que no. No te gusta lo que haces. Y mirando atrás, me doy cuenta de que realmente sabía desde el principio que esas relaciones no iban a funcionar. Tenía que haber dicho que NO desde el principio.
Es más fácil, lo sé, rechazar un cliente cuando tienes más opciones. Pero siempre llegan aunque no las veas. Espera y elige esas relaciones que harán que tu negocio vaya en la dirección que tu quieres. Te sorprenderá el resultado tan positivo que esto da con el tiempo.
Y tú, ¿dices que no? Comparte tus experiencias con nosotros.